He escogido Alemania para este primer artículo en el blog, porque los vinos Riesling elaborados en el Mosela han sido uno de los descubrimientos más interesantes que he hecho durante mi estancia el año pasado el curso superior de sumiller impartido en el Ingavi. Estas clases fueron reveladoras: he descubierto el camino hacia donde debemos dirigir el trabajo en nuestra bodega a lo largo de esta búsqueda de la excelencia y de poner en valor las características de cada variedad.
Por eso pasaré a hacer un pequeño análisis de las características varietales que germinan en esta zona estupenda en Alemania. De verdad que vale mucho la pena, os invito a tomar una vino de esta maravillosa uva Riesling, en un vino, por ejemplo, de la añada 2008, que a mi me ha parecido muy destacable. Este vino maridado con unos quesos fuertes de mi tierra Asturias “un afuega el pitu” y les aseguro que será sublime.
CONTEXTO VITIVINÍCOLA DE LA ZONA DEL MOSELA
El corazón y alma del vino alemán se encuentran en el Valle del Mosela. El Mosela es un afluente del Rhin y su curso corre por el sur de Alemania. Los Ruwer y el Sarre son, a su vez, afluentes del Mosela.
Un reloj de sol orientado hacia el sur. En palabras de Oz Clarke la región es un “anfiteatro de vides de hojas doradas, un río tranquilo y un pequeño pueblo en sus orillas. Las vides en pendiente pertenecen al gran viñedo Piesporter Goldtropfchen, situado en el valle del Mosela. Y los relojes de sol (Sonnenuhren en alemán) son habituales en los mejores viñedos, orientados hacia el sur para aprovechar el sol”.
Alemania es un país cuyos tesoros vinícolas necesitan ser mimados y cuya habilidad para emocionar está supeditada a un trabajo anual que siempre está al límite, asumiendo riesgos mayores que cualquier otra zona vinícola del planeta.
Los viñedos tienen que ser seleccionados con mucho cuidado para lograr la máxima exposición al sol y el mínimo contacto con el viento, las heladas y la lluvia.
Estos viñedos del Mosela-Sarre-Ruwer se encuentran en el suroeste alemán. La genialidad de la uva Riesling, siempre que se le permita madurar lentamente durante los largos y frescos veranos y que el otoño sea suave, es capaz de ofrecer un equilibrio sublime entre la acidez y la dulzura de una fruta única en el mundo, y que evoluciona con los años gracias al efecto “reductor” de la botella hace que, con los años, los vinos sean exquisitos y puedan transportarnos con su sabor hasta ese paisaje pizarroso del Mosela.
Las laderas en Alemania están orientadas hacia el sur, el este y el oeste. El motivo esta claro: hay que aprovechar al máximo la escasa luz solar y el calor de Centroeuropa. Las mejores pendientes son las que discurren por las faldas de los valles fluviales porque evitan las rachas de viento frío y crean microclimas que acumulan el precioso calor. Sin los santuarios climáticos que propician los ríos, la viticultura en Alemania sería imposible. Por este motivo, podemos contemplar todos los viñedos teutones a si seguimos los cursos de los ríos Mosela, Rhin, Main, el Neckar y en menor grado del Elba, del Saale y del Unstrut.
En la región bañada por el Mosela la temperatura media actual es de 9.8ºC. Esta temperatura suave junto con las horas de sol y la pizarra del suelo --en todas las zonas predominan diferentes tipos de pizarra, a excepción del alto Mosela compuesto en su mayor parte por piedra caliza-- hace que los vinos blancos de uva Riesling sean magros y delicados. Esta uva madura tarde de manera que en otoños largos y cálidos, y con laderas orientadas al sur, acumula mucha complejidad, es resistente al frío y, lo que es más extraordinario, produce vinos con bajos niveles de madurez o incluso puede alcanzar grados de madurez donde los granos se tornan marrones y pasificados.
El curso del Mosela. La clave en el Mosela Medio no son sólo el calor y la exposición solar: el sol madura las uvas, pero la tierra es la que otorga el sabor. El terreno del Mosela Medio está compuesto por pizarra de color oscuro, y por tanto de textura seca y con un drenaje inmediato. Esta pizarra proporciona un sabor ahumado típico de la uva Riesling.
El viñedo Erdener Pralat, en el Mosela medio, está situado entre el río Mosela y las elevadas colinas que se yerguen a ambos lados de sus riberas. El emplazamiento proporciona las condiciones ideales para la uva Riesling. Se convirtió en un viñedo individual hacia finales del siglo XIX, cuando se separó del Treppschen porque su mesoclima extraordinariamente cálido producía unas uvas más maduras, diferenciándose las partes altas del valle, donde las temperaturas son más frías porque pierden esa influencia higrométrica del río.
Tiene una perfecta exposición al sol, con orientación sur, un suelo de pizarra roja, rica en hierro con un elevado contenido en piedra, que conserva el calor --debido a la gran inercia térmica de este material-- y lo refleja hacia las vides. Algunas de las vides más antiguas del país crecen en este territorio y se trata, en definitiva, de uno de los mejores viñedos de Alemania.
Los grandes vinos del Mosela de uva Riesling despliegan una gran mineralidad y viva acidez, son vinos con mucho nervio y con longitud de sabor, con vibrante paladar y profundidad, alcanzando un lugar preferente entre los vinos blancos más elegantes del mundo.
Laderas de cultivo, vino Riesling del Mosela. La vendimia suele empezar a mediados de octubre y las uvas sanas dan como resultado el vino Kabinet, que se puede elaborar seco (trocken) o dulce. Unas semanas después se vuelve al viñedo y se obtienen las uvas para elaborar los vinos Spätlese, que son intensos de sabor, cuyo término significa literalmente vendimia tardía. A su vez se vendimian las uvas afectadas por la podredumbre noble, un hongo que ataca de forma natural debido a las abundantes neblinas matutinas que emergen del río, y conlleva la parcial desecación de la uva con una mayor concentración de sabores.
En esta primera pasada lo habitual es que las uvas estén afectadas en un 30%. Con estos frutos se elabora un vino untuoso, de amplio paladar, denominado Goldkapsel por su cápsula dorada, aunque esta denominación aún no es una categoría oficial. Unas seis semanas desde el comienzo de la vendimia, se realiza la última cosecha de las uvas sanas, grano a grano del que se obtiene un vino de enorme concentración y vibrantes aromas de manzana y miel, que es el Auslese. En este momento el ataque de la podredumbre noble es mayor y con los racimos afectados elaboran el sensacional Beerenauslese, que significa selección de granos. Al tener una concentración de azúcar, el mosto fermenta muy lentamente y puede demorar hasta un año obtener una graduación mínima de 5.5º.
En la categoría superior, en esta continua selección de las uvas, se encuentran los escasos y caros Trockenbeerenauslese (TBA), vinos elaborados con uvas completamente pasificadas por la botritis, golosos y de memorable acidez, considerados entre los mejores vinos dulces del mundo. Por último algunos viticultores se arriesgan a dejar una pequeña cantidad de racimos en las cepas durante el invierno para elaborar después los lujuriosos Eiswein.
Hojas doradas sobre el río, Vino Riesling del Mosela, se caracteriza por el equilibrio entre la acidez y el azúcar residual, son vinos con bajo volumen alcohólico, esto hace que sean vinos que evolucionan y maduran en botella sin tener nada de crianza en barrica de madera.
En nariz son vinos longevos, con aromas a fruta madura, con toques a flores secas, y toques ahumados muy característicos de esta zona. Son vinos untuosos, amplios en boca y con una sensación seca, destaca sobre todo ese nervio, esa acidez que ya vaticina que son vinos largos en botella y con ese regusto final mineral que le dan persistencia al vino.
Posiblemente están entre los mejores blancos del mundo.
Así que solo les queda probarlos.
Por todos ustedes, salud.